Cuidado de la piel a partir de los 30 años

cuidado de la piel a partir de los 30 años. Blog de belleza Maria Padilla

Sí, 30 años no son nada, y más ahora que muchos los consideran los nuevos 20. Pero para que sigan siendo así, tener un aspecto joven y prevenir la aparición de las primeras arrugas, manchas o líneas de expresión, es necesario dar a nuestra piel unos cuidados extra, así como seguir una rutina fija. A partir de los 30 años, hay que tomárselo en serio.

El proceso de oxidación de la piel, ese que daña las células de la epidermis y de la dermis y contribuye a su degeneración, comienza sobre los 25 años. Esto es debido a múltiples factores a los que nuestra piel y todas sus células se ve sometida durante años: sol, contaminación, frío, aire, humedad, falta de cuidados…  Por lo que los 30 es una edad más que recomendable para frenar este proceso en la medida de lo posible, y más si antes nunca hemos tenido una rutina de cuidados.

Te compartimos algunos consejos que puedes ir realizando, así como algunos tratamientos estéticos recomendados.

¡Nueva rutina de cuidado de la piel!

  1. No puede faltar… Cada día, por la mañana y por la noche, dedica un momento a cuidarte y a reparar los posibles daños en tu piel (maquillaje durante horas, contaminación, exposición al sol…). No necesitas mucho tiempo para ello y te hará sentir mejor.
  2. Limpieza. Aunque lavarse la cara nos aporta la sensación de que la piel está limpia, no es así. No solo basta el agua y jabón, sino que debemos echar mano de productos específicos para que la limpieza sea en mayor profundidad. Como primer paso, utiliza un producto limpiador como el agua micelar o una leche limpiadora. Tras esto, puedes utilizar un tónico y finalizar con una crema hidratante. Respecto a esto último, elige las más adecuada en función de tu tipo de piel.
  3. Diferencia los productos. No es lo mismo una crema de día, las cuales suelen aportar hidratación y toques de luminosidad al rostro, que una de noche, cuyo poder reside en la hidratación y regeneración celular. Por tanto, tienen efectos diferentes así y no deberíamos utilizarlas en momentos que no tocan o tener una única para todo.
  4. Descansar. Procura dormir porque sino tu rostro comenzará a mostrar falta de luminosidad, ojeras e incluso pequeñas bolsas bajo los ojos. Créenos, tu piel ya no tiene 20.
  5. Precaución con el maquillaje. Aunque la piel está más protegida al estar maquillada, es importante que el producto que elijamos no sea tan compacto que no deje que respire. Por eso, opta por una base más fluida y ligera. Y si ya lleva protección solar incorporado será perfecto.
  6. Con crema solar a todas partes. A todas nos gusta tener un color saludable y nos ayuda a vernos mejor pero es preferible que este tono de más sea cogido gradualmente. Protege tu piel siempre, salgas a dar un paseo, al trabajo o vayas a pasar el día en la playa. Evitarás la aparición de manchas, arrugas, sequedad y quemazones tan típicos de los primeros días de exposición. El sol siempre daña la piel, sea la época del año que sea.
  7. Frutas y verduras. Incrementa su consumo puesto que aportan y son una fuente perfecta para hidratar.

Tratamientos estéticos a partir de los 30 años

Estos tratamientos estéticos aportarán un plus a tu nueva rutina de belleza, te ayudarán a tratar determinados afecciones en la piel, la protegerán y mantendrán en buen estado para que siga teniendo un aspecto joven y, sobre todo, la piel esté sana.

  • Limpieza facial en profundidad. Elimina la acumulación de toxinas en la piel, fomenta la regeneración, protege la piel y la hidrata en profundidad.
  • Peeling. Va un paso más allá de la renovación, eliminando impurezas, difuminando manchas faciales y ayudando a la renovación celular para tener una piel más suave y lisa.
  • Ácido hialurónico. Se encarga de difuminar las líneas de expresión o pequeñas arruguitas gracias a su efecto Además, proporciona una efecto lifting muy natural y duradero.
  • Vitaminas. Aporta un extra de nutrientes a la piel, activa el metabolismo celular, aclara imperfecciones, hidrata en profundidad y revitaliza la piel. Con este tipo de tratamientos eliminamos el aspecto cansado y prevenimos la flacidez facial.

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